Madrid, 4 de febrero de 2022. Susana Rodríguez Gacio es diplomada en Fisioterapia, licenciada en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela y deportista paralímpica en las disciplinas de 1.500 metros y triatlón. Durante el pasado año obtuvo la medalla de oro de triatlón en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020, se alzó como campeona en esta misma categoría en el Campeonato Mundial de Abu Dabi y ganó la plata de los 1.500 metros lisos en el Europeo de Atletismo. Además, a la suma de estos logros, se debe añadir la reciente nominación al premio de Mejor Deportista con Discapacidad que concede la Academia Laureus World y también su lucha como sanitaria contra la COVID-19.
Pregunta: Personalmente, ¿qué se siente al ser reconocida como una de las mejores deportistas del mundo?
Respuesta: Llevo practicando deporte desde pequeña y compitiendo desde los diez años. Como todo deportista he ido avanzando por las diferentes categorías y niveles, y estoy muy contenta de haber sido capaz de llegar al deporte de élite con esfuerzo y trabajo, que es de lo que se trata. Es un honor que esto sea reconocido por la afición y por diferentes instituciones, pero no hay que olvidar que la principal razón por la que compito y lucho es porque disfruto con ello.
P.: ¿Cómo puede repercutir en la mentalidad de la sociedad española que una mujer con discapacidad opte al premio Laureus?
R.: Son pocos los deportistas o equipos que han llegado a ser nominados y nominadas alguna vez a estos premios y, por lo tanto, que una deportista española esté en esa lista tiene que ser un honor para nuestro país. Si alguna niña que está empezando ve estos modelos y gracias a ello recibe motivación y un impulso positivo, bienvenido sea, siempre.
P.: ¿Considera que las mujeres y las personas con discapacidad obtienen el mismo reconocimiento que otros deportistas?
R.: Se ha avanzado mucho a lo largo de los años en este sentido y, poco a poco, tanto el deporte femenino como el deporte paralímpico van ocupando el sitio que merecen. Tenemos grandes referentes en el deporte femenino español, como pueden ser Mireia Belmonte, Carolina Marín, Ruth Beitia, Teresa Portela o Teresa Perales, entre otras. Por supuesto que hay reconocimiento. Y, aunque queda mucho por hacer, creo que estamos en el camino correcto.
P.: Desde la cúspide de su carrera, ¿cómo recuerda sus inicios en el mundo del deporte?
R.: Comencé en el atletismo a los diez años. Recuerdo que participé en el Campeonato de España Escolar para Niños y Niñas con Discapacidad Visual, organizado por ONCE en Madrid, y que gané la prueba de los 800 metros, quedé tercera en la de 60 metros, fui cuarta en salto de longitud y la última en lanzamiento de peso. Aún conservo muchísimos detalles de aquel campeonato porque para mí fue una experiencia que marcó un antes y un después, y que, de alguna manera, me cambió la vida para mejor.
P.: En España, ¿es pronto para dejar de hablar de deporte adaptado y empezar a hablar de deporte inclusivo?
R.: Hay buenos ejemplos de deporte inclusivo en España y cada vez abarca más disciplinas. A mí me da igual el nombre con que se designe, siempre y cuando haya igualdad en cuanto a oportunidades y condiciones.
P.: ¿Luchará por el pasaje a París en 2024?
R.: En principio sí, me siento con ganas. Por el momento me veo con la capacidad para seguir progresando en mi modalidad y sigo disfrutando a tope de esta vida exigente. Mientras esto último se cumpla, supongo que seguiré peleando.
P.: Para la deportista, competir por una medalla siempre es muy duro, pero para la sanitaria, ¿cómo fue enfrentarse a la pandemia?
R.: Fue más duro todavía porque la situación que se generó era absolutamente desconocida para toda la sociedad y también para las sanitarias y sanitarios. Nos enfrentamos a algo sin precedentes para nuestra generación y eso da respeto y, por momentos, también miedo.
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