10 de enero de 2007.- La ciudad de Rochester, en el estado estadounidense de Nueva York, se ha convertido en un modelo de accesibilidad para las personas sordas y con discapacidad auditiva en Estados Unidos.
En Rochester reside la mayor comunidad de personas con esta discapacidad en aquel país (90.000) debido a los numerosos servicios y organizaciones para mejorar su calidad de vida e integración social presentes en la localidad.
El Instituto Técnico Nacional para las Personas Sordas es una de las instituciones que ha contribuido a la implantación de prácticas orientadas a mejorar la accesibilidad para este colectivo en el ámbito educativo y las actividades de ocio.
Gracias a la labor de este centro, Rochester cuenta con tres cines que subtitulan las películas de estreno para espectadores sordos; la mayoría de los institutos ofrecen sus clases en lengua de signos y muchos restaurantes tienen camareros que conocen dicha lengua.
Por su parte, el Club de Ocio para Personas Sordas de Rochester ofrece a sus miembros un lugar donde poder relacionarse e intercambiar ayuda, para evitar el sentimiento de soledad y aislamiento que experimentan muchas personas con esta discapacidad.