Desde el Real Patronato sobre Discapacidad, a través de su Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA) gestionado por la Universidad Carlos III de Madrid, comenzamos a intercambiar emails y llamadas con el equipo de producción del festival a principios del verano, momento en que arranca la organización de esta 69ª Edición y se inicia la confirmación de fechas de celebración de las principales galas: Inauguración, entrega del Premio Donostia y Clausura.
La experiencia de trece años consecutivos colaborando con el festival para proveer de subtitulado las ceremonias hace que la tramitación de documentos previos, preparación de acreditaciones y organización del material y personal a desplazar sea rápida y efectiva. Provistos así de siete ordenadores portátiles, cajas de sonido, mesas de mezclas y kilómetros de cable, nos trasladamos a Donostia – San Sebastián una semana antes de la inauguración oficial para hacer accesible a las personas sordas o con discapacidad auditiva las galas del festival.
El Centro Kursaal Elkargunea acoge los principales eventos y ceremonias, así como la base de operaciones donde nos ponemos manos a la obra. Este titánico complejo, diseñado al pie de la playa Zurriola por el arquitecto Rafael Moneo, comprende dos grandes y modernos edificios de cristal y metal. En el interior albergan un palacio de congresos y un auditorio con 1.806 butacas para los amantes del cine; además de salas de exposición, proyecciones, club de prensa, taquillas, cafetería, camerinos, muelle de descarga, oficinas y tantos otros espacios polivalentes, que se adaptan como los módulos de un cubo de Rubik a cualquier tipo de evento, pero especialmente lo hacen para celebrar un festival de reconocimiento internacional que el pasado año atrajo a más de 66.000 espectadores y en el cual trabajamos más de 1.180 profesionales.
Llegada al festival
–“Ongi etorri! Kaixo!”–, saluda el equipo de producción en esta 69ª Edición al vernos cruzar las puertas de la sala central de trabajo, situada en la plata inferior del patio de butacas. Tras las mascarillas, hay caras alegres y sonrisas de bienvenida, que ya nos son más que familiares. Nosotros devolvemos los saludos igualmente felices a nuestros compañeros de tantos años por el esperado reencuentro y las ganas de empezar. Somos dos: un técnico de informática y sonido, y otro de comunicación y accesibilidad. Como algunas cosas nunca cambian, nos han reservado la misma mesa de trabajo, aunque, al igual que el año pasado, aún se encuentra separada de las contiguas y tiene una lámina de plástico transparente en el centro para cumplir con las medidas de seguridad sanitaria.
Por lo demás todo está como siempre, aunque hay una cara nueva. Me siento junto a ella y enseguida nos presentamos. Se trata de la traductora, Elene, que espera nuestra formación para poder adaptar los guiones de las galas a líneas de subtítulos en los tres idiomas oficiales del festival: castellano, euskera e inglés.
Antes de comenzar el trabajo con Elene, recorremos las amplias entrañas del Kursaal y, entre bastidores, nos cruzamos con operadores de cámara, maquilladores, personal de seguridad, bailarines y algún que otro artista, hasta tomar el ascensor. En la última planta arrastramos un baúl con todo el material hasta las cabinas de traducción. Desde allí la vista del auditorio es impactante y el decorado del escenario –siempre una sorpresa hasta la Gala de Inauguración– ya ha comenzado a montarse y a brillar con cientos de bombillas. Nosotros también empezamos a montar el equipo junto con el técnico de sonido asignado a la Cabina 4 de Accesibilidad, quien nos ayuda a conectar señales de audio con el resto de las cabinas, cada una correspondiente a un idioma, donde los traductores retrasmitirán la gala al tiempo que sus palabras llegan también a nuestros estenotipistas, encargados de redactar en tiempo real los subtítulos de aquellas partes de la ceremonia que no se encuentran guionizadas, como por ejemplo los discursos de los ganadores o los posibles momentos de improvisación.
Una vez acomodados, dejo a mi compañero configurando los equipos y vuelvo abajo. Elene ya tiene una primera versión del guion inaugural e inmediatamente me pongo a enseñarle cómo convertir las líneas en subtítulos a partir de una plantilla prediseñada por el CESyA que después generará el archivo preciso para trabajar con las herramientas de subtitulado en directo AccEvent y Mercurio. Desde hace años, en el CESyA recurrimos a estas herramientas desarrolladas por el propio centro para lanzar los subtítulos adaptados a tres grandes pantallas LED que se encuentran sobre el escenario. En la cabina, frente a ellas, nuestro compañero técnico ya ha comenzado a coordinar su trabajo con el del equipo de audiovisuales, calculando el tamaño de la tipografía y midiendo los largos de caracteres para que estas pantallas muestren de manera completa y nítida las líneas de subtítulo enviadas por AccEvent. Mientras tanto abajo, Elene y yo continuamos trabajando a contrarreloj para adaptar la versión 5.3 del guion de la primera gala.
Gala de Inauguración
Trascurren los días y llegan las siguientes versiones de guion, cambios de última hora, líneas añadidas, letras de las actuaciones musicales, diálogos de los sketchs y más diálogos de los vídeos, que se emitirán durante la gala en un inmenso videowall. Faltan aún partes en euskera, se corrigen otras de inglés y se redactan nuevas en castellano. Pero todavía hay tiempo y nuestra labor es sincronizar las tres pantallas de idiomas y equilibrar la literalidad del guion con el orden gramatical de cada lengua para que los subtítulos estén perfectamente sincronizados, cumplan la normativa de accesibilidad y, por lo tanto, sean de calidad para el público asistente, así como también para el que seguirá la ceremonia desde casa. Y es que Televisión Española también ha depositado su confianza en nosotros, de modo que los subtítulos que creamos para la gala en directo son los mismos que se emplearán para la emisión televisiva.
La cadena de profesionales es larga, y cada eslabón cuenta, pero finalmente todos cumplen con su cometido. Con cada ensayo se va engrasando la maquinaria al tiempo que la ceremonia va cogiendo forma. Por nuestra parte, el guion sigue sufriendo cambios de última hora, algunos predecibles, otros inesperados, pero el subtitulado está casi listo. A las 23:35 del jueves (la noche previa a la gala) salimos del Kursaal para volver al hotel. Lo cierto es que estamos agotados, pero lo importantes es que también estamos satisfechos con el trabajo que hemos conseguido adelantar.
Durante el ensayo general del día siguiente, las palabras de las presentadoras Anne Igartiburu, Cayetana Guillén Cuervo y Elena Irureta, encajan perfectamente con las líneas de subtítulos, el sonido llega limpio a las cabinas, las señales están sincronizas y las pantallas LED se leen perfectamente desde cada butaca del auditorio. Tan solo un par de ajustes más, una última revisión y estamos preparados.
A las 21.00 suenan las sirenas de aviso, se da paso a la apertura de puertas y el público toma asiento entre la megafonía del protocolo COVID. Aunque estamos nerviosos, todo está listo, lo hemos repasado una y mil veces: tenemos equipos de backup por si alguno de los principales fallara, me sé el guion al dedillo y recuerdo los tiempos de cada intervención, presentación, ráfaga musical, actuación, vídeo e incluso me he anticipado a los momentos en que se esperan aplausos más cortos o largos para lanzar los subtítulos sin perder la sincronización con todo aquello que está a punto de ocurrir sobre las tablas del escenario.
Desde realización nos han pinchado un monitor a las cámaras del auditorio para poder ver en cabina y de cerca todo lo que pasa, mientras que a la vez divisamos el escenario desde el ventanal que se abre frente a nosotros. La realizadora avisa: “¡Prevenidos…! ¡Comienza vídeo…, dentro música!” Y por fin se abre el telón y se dividide en dos la enorme concha de luz que está proyectada sobre los pliegues rojos y que conforma el logotipo del Festival de Cine de San Sebastián.
Al principio Anne Igartiburu sonríe a la platea y todo da comienzo: –“Gabon! Bienvenidos a la Gala Inaugural de la 69ª Edición del Festival de Cine de San Sebastián…”. Al final Marion Cotillard llora mientras se funde en un abrazo con su amiga Penélope Cruz, que le hace entrega del primer Premio Donostia: “Mercy, Donostia! Eskerrik asko!”
De la primera a la última línea todo ha salido a pedir de boca, pero el festival no ha hecho más que empezar y aún queda por entregar un segundo premio Donostia.
Subtitulando a Jhonny Depp
Mismo proceso de trabajo, el guion algo más corto, un discurso desconocido y mucha expectación. El actor y cineasta, Johnny Depp, ha volado desde Londres a Toulouse para después tomar un vuelo hasta San Sebastián, pero finalmente no llega a tiempo, el aeropuerto ofrece pocos vuelos y cierra a las 22.30. Los compañeros de producción van de un lado a otro, se reúnen, llaman por teléfono y los emails vuelan de aquí para allá, pero los aviones ya no lo hacen.
Finalmente, producción obra el milagro y logra resolverlo todo como de costumbre, así que la estrella llega al festival. La ciudad, aunque siempre se muestra más que respetuosa con sus huéspedes del mundo del cine, se ha agolpado ante la entrada del Kursaal. Son muchos los personajes que ha encarnado y convertido en icónicos este actor como para pasar desapercibido. En las versiones que nos llegan del guion, se menciona a Jack Sparrow, Willy Wonka o Eduardo Manostijeras, y aunque todos quieren ver al hombre que hay tras estos personajes, en ese instante a nosotros solo nos preocupa cómo encajar estos nombres y los títulos de cada película en los 37 caracteres que admiten las líneas de subtítulo.
Mientras Elene incluye lo que va de guion en euskera y afuera se escucha el trajín por la rueda de prensa que está a punto de comenzar, yo preparo un esquema para los estenotipistas.
La mayor parte de la Gala de Entrega la ocupa el discurso del premiado, que siempre es un misterio hasta el momento en que sostiene el galardón. Por ello, me dedico a revisar la filmografía, cada título, personaje, director, productor e incluso el nombre de amigos y familiares a los cuales podría mencionar para agradecer el premio. El objetivo de ello es facilitar la labor al equipo de estenotipia, entregándole un esquema con nombres y términos complejos para que pueda estudiarlo con antelación y mecanografiar más rápidamente mientras subtitulan en directo las palabras de Jhonny Depp.
A las 22.15 el actor recorre la alfombra roja entre una ráfaga de flashes hasta desaparecer por los pasillos del Kursaal junto con una comitiva de miembros de seguridad, organizadores y managers. Nosotros le vemos a través del monitor de realización desde la Cabina 4 de Accesibilidad. Ya estamos preparados una vez más, la presentadora comienza a hablar y las pantallas se llenan de subtítulos acompasados a su entonación clara y pausada. El director del Festival, José Luis Rebordinos, sale poco después al escenario con el premio Donostia en las manos. Los últimos subtítulos que anuncian su llegada salen de pantalla, doy el aviso de ‘directo’ y mi compañero maneja Mercurio para dar paso a los estenotipistas mientras que el auditorio prorrumpe en aplausos para recibir al actor. (PÚBLICO) Johnny, we love you!
El broche final
Con el buen sabor de boca de otra gala subtitulada, volvemos a la mañana siguiente al Kursaal. Elene todavía tiene metida en la cabeza la canción Negua joan da ta del grupo Zea Mays, que tocaron junto a Rozalén y las respectivas intérpretes de lengua de signos durante la primera gala. El estribillo se contagia y así de animados nos ponemos con el guion de la última.
La mayoría de premiados y entregadores aún están por confirmar, el jurado del festival continúa repasando el palmarés, pero Amaia, nuestra infatigable compañera de producción, nos avisa de cada nuevo cambio para que podamos seguir avanzado con el subtitulado y las traducciones.
En nuestras pantallas se intercalan las líneas de subtítulo en amarillo de la periodista Edurne Ormazabal con las verdes del actor Alberto San Juan, presentadores de esta 69ª Gala de Clausura. Durante la ceremonia se hará la entrega de más veinte premios, entre los que se cuentan la Concha de Plata a la mejor interpretación protagonista y mejor interpretación de reparto, así como la Concha de Oro a la mejor película. Cada premio lleva aparejado sus líneas de presentación, proclamación de los entregadores y los directos de los discursos de agradecimiento de los premiados que, al ser sorpresa y encontrarse fuera de guion, habrán de ser subtitulados en tiempo real por nuestros estenotipistas de castellano, euskera e inglés mientras la herramienta Mercurio permite conectar la señal para que ellos emitan los discursos y desconectar para volver a las partes guionizadas sucesivamente.
Aún con huecos en el guion, voy a la cabina junto con mi compañero para el ensayo general de las 17.00. Al terminar, vuelvo rápidamente con Amaia y Elene, que ya tienen nuevos textos y cambios de última hora. La gala dará comienzo a las 20.30 y, pese a que la tensión se acumula sobre los hombros, eso no impide que todas y todos los arrimen para que la gala salga a la perfección.
De este modo, un año más el broche final de tantos días de cine es accesible a las personas sordas y con discapacidad auditiva, además de suponer un apoyo lingüístico al resto de asistentes dada la variedad de idiomas
Echado el telón, quedan dos cosas por hacer: primero recoger todo el equipo antes de que apaguen las luces y comience la proyección de la película sorpresa, y después volver a la sala de trabajo central paras las felicitaciones, agradecimientos y la despedida a todos esos expertos profesionales, mejores personas y grandes compañeros, hasta la 70ª Edición.
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